Olivos centenarios
En el año 1956, conocido por los agricultores como “el año del frio”, se compró la finca de MAS D’EN POU, que tenía una superficie de 17 ha. Una parte importante de la finca ya estaba plantada de olivos centenarios. Estaban abandonados y gracias a este hecho el frio no les afectó igual como a muchos vecinos porqué carecían de sabia.